La Comisión de Agricultura de la Cámara baja le dio ayer dictamen de mayoría al proyecto de fitosanitarios, que prohíbe la fumigaciones aéreas en todo el territorio provincial. El autor de la inciativa es el diputado José María Tessa (Nuevo Encuentro) y contó con las firmas de Eduardo Toniolli, Jorge Abello, Darío Vega y Oscar Danielle. Las principales modificaciones que se plantean a la ley son “la prohibición de las fumigaciones aéreas en toda la provincia; restringir las fumigaciones terrestres a una distancia no menor a 800 metros de centros poblados y zonas sensibles, y de 1000 metros de escuelas rurales; y priorizar las áreas libres de agroquímicos para la producción de alimento humano y de agricultura familiar y agroecológica”, según explicó Tessa quien consideró este trámite como “un paso gigantesco”.
A su vez, el proyecto prevé regulaciones a la venta de agroquímicos, a la utilización en plantas de acopio, en banquinas y sobre el destino de los envases, entre otros puntos.
El trámite que se cumplió es solo en la primera de las comisiones: ahora le restan la de Medio ambiente, Presupuesto y Constitucionales.
En rigor el proyecto llegó de la mano de la multisectorial “Paren de fumigarnos”, que el año pasado ingresó por tercera vez a la legislatura provincial el proyecto para modificar la ley número 11.273, buscando frenar la fumigación con agrotóxicos sobre zonas urbanas y escuelas rurales. El texto fue adoptado por Tessa y sostenido en la Comisión por su pares del PJ, que trataron de encontrar un punto de encuentro con otro proyecto: el de Inés Bertero (PS). El acuerdo naufragó y así está modificación es la que vio la luz.
La provincia de Santa Fe es un ícono de la vertiginosa expansión del modelo agroindustrial, sin embargo, la ley que regula el uso de agrotóxicos está desactualizada y su tratamiento viene siendo esquivado por la Legislatura, lo que sigue favoreciendo el negocio y desprotegiendo la salud de la población. Lograr reformar esta normativa (N 11.273, de fitosanitarios) está entre los principales objetivos de la multisectorial “Paren de fumigarnos”, que desde 2006 trabaja para desnaturalizar y frenar la dispersión de veneno sin control, e informar sobre las enfermedades asociadas al uso de agroquímicos.
A más de una década de haberse implementado el modelo de agricultura industrial con el paquete tecnológico de siembra directa más semilla transgénica más agrotóxicos, “la ley provincial N 11.273 quedó completamente desactualizada y fuera de contexto”, explican una y otra vez desde la Campaña que recorre uno a uno los pueblos de la provincia escuchando las realidades de las comunidades fumigadas, haciendo reuniones informativas y exigiéndole a los diputados y senadores que dimensionen la importancia del tema.
“Desde el inicio de este ciclo de producción destructiva agraria, a mediados de la década de los ’90, hemos pasado de 30 millones a más de 300 millones de litros de agroquímicos por año sobre nuestras cabezas, a lo que habrá que sumar el constante mejoramiento de la capacidad de matar de los formulados comerciales”, advierten desde la Campaña Paren de Fumigarnos.
“En los últimos tres años hemos intentado sin éxito introducir iniciativas para el debate de estos temas en la Legislatura santafesina, reclamando medidas mínimas e indispensables. Una tras otra fueron ignoradas, ocultadas y en ocasiones confrontadas a proyectos en los que claramente aparece la asesoría del aceitado lobby empresarial lucrativo”, señalan con firmeza desde el Centro de Protección a la Naturaleza (Cepronat).